Muchos son los
usos a que el maguey se ha destinado, por los indios anteriores a la conquista
española y por los actuales, así como por los mestizos mexicanos que heredaron
ese don de la naturaleza mexicana.
Los magueyes
se reproducen principalmente por los hijuelos que se desarrollan en la base del
tallo de la planta madre, o bien por las semillas que produce la floración;
esta que ocurre solamente una vez en la
vida de un maguey es irremediable anuncio de su muerte.
El
papel en que los antiguos mexicanos pintaban sus figuras jeroglíficas se hacía
de las fibras de las hojas de la pita, maceradas en agua y pegadas unas sobre
otras.
En Hidalgo aún
quedan familias con estas tradiciones de usas el maguey como sustento familiar
en base a su uso gastronómico, medicinal y artesanal.
Las
organizaciones mexicanas se han reunido para realizar foros y actividades para
informar de la gran importancia del maguey a nivel nacional, participando en el
encuentro para impulsar el rescate del maguey pulquero, celebrado recientemente
en Tlaxcala.
Hoy en día en
la región de Tula, la presencia de los maguey es muy escasa, a consecuencia de
esto la economía que se podía presenciar por medio de esta cactácea está en un
nivel demasiado bajo, ya que se ha dejado de producir de manera constante el
pulque y la poca conservación de esta.
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